Te invitamos a conocer a Helen Keller (1880-1968), todo un ejemplo de coraje y superación, que luchó ante las adversidades y merece nuestro homenaje dando a conocer su historia.
Un pulso a las adversidades
Con apenas 18 meses de vida, Helen Keller quedó sorda y ciega a causa de una inexplicable fiebre. Todo apunta que lo que sufrió la pequeña fue escarlatina o meningitis, pero en aquella época se desconocía.
Su madre, quiso que la niña recibiera una atención especial y la trasladó al Instituto para ciegos de Boston.
Una vez allí, le asignaron una institutriz, clave en esta historia. Esta era Anne Sullivan y también padecía una pequeña discapacidad visual. Anne y Helen pronto hicieron tan buenas migas que decidieron salir del centro e instalarse juntas en casa de los Keller.
Inmediatamente, Anne solicitó una habitación aislada para Helen y así poder facilitar la comprensión y adquisición de todos los conocimientos necesarios. Seguidamente, comenzó a enseñarle a comunicarse por medio del deletreo en las palmas de su mano.
Al principio, Helen se frustraba ya que no conseguía entender absolutamente nada. Pero un mes después, ya se observaban grandes avances y más tarde, logró también percibir ideas abstractas.
Un ejemplo de superación
Su siguiente reto fue aprender braille, y meses más tarde consiguió leerlo y escribirlo. Finalmente, logró también dominar la escritura con lápiz. Además de aprender a leer los labios de las personas mediante el tacto y la percepción del movimiento e incluso a hablar.
Helen avanzaba tanto que continuó estudiando con normalidad llegando incluso a ser la primera persona sorda y ciega en graduarse en estudios universitarios. De hecho, se graduó cum laude en arte, es decir, con distinción. Anne Sullivan la acompañó y la ayudó durante todo este proceso.
Keller, era una persona tan inquieta que mientras estudiaba, comenzó a escribir sus primeras obras. Su biografía ‘La historia de mi vida’ fue elogiada y traducida a 50 idiomas diferentes.
Lucha por sus derechos
No contenta con toda la actividad que tenía en su vida, empezó a interesarse y a luchar por los derechos de los discapacitados al descubrir que eran los que más riesgo de pobreza sufrían.
Uno no debe nunca consentir arrastrarse cuando siente el impulso de volar.
Helen Keller
Eran tales sus inquietudes que fue nombrada embajadora en Relaciones Internacionales por parte de la American Foundation for Overseas Blind, y comenzó a realizar giras a lo largo del mundo, intentando recaudar fondos para la asociación para ciegos.
Helen Keller, nunca se rindió ante todas las adversidades que le puso la vida. Es un ejemplo de superación y de mujer coraje, todo un modelo a seguir para las personas con discapacidad.
Hemos realizado un símil entre Helen Keller y nuestra Candy Drops porque a pesar de ser la que más tarda en florecer, eso nunca la desanima a crecer y conseguir brillar.
